Después de 400 días encarcelado, el periodista australiano Peter Greste ha sido deportado a su país después de que el presidente egipcio Abdelfatá al Sisi finalmente aprobase la petición de las autoridades australianas. Greste está acusado, junto a otros dos de sus compañeros de la cadena en inglés de Al Yazira, de difundir noticias falsas y colaborar con los Hermanos Musulmanes, considerados una organización terrorista en Egipto. El periodista ya está fuera de territorio egipcio, pero el futuro de sus colegas todavía es una incógnita.
La buena suerte que corrió Greste se debe a un decreto promulgado por al Sisi el pasado mes de diciembre que le otorga la potestad de deportar a cualquier nacional extranjero encarcelado en Egipto ya sea antes de culminar su juicio o una vez dictada una sentencia inculpatoria. Por el momento se desconoce si el periodista será juzgado en su país por los cargos de los que se le acusa, que él ha negado desde el primer momento.
Greste y Fahmy habían sido sentenciados a 7 años de cárcel y Mohamed a 10, en un juicio que fue denunciado por numerosas organizaciones de derechos humanos. Y es que los reporteros se convirtieron en las víctimas de la guerra abierta entre el Gobierno egipcio y la cadena Al Yazira después del golpe de Estado que en verano del 2013 depuso al islamista Mohamed Morsi, el primer presidente egipcio elegido en las urnas. Según El Cairo, Al Yazira ofrece una cobertura sesgada de lo que sucede en Egipto para favorecer las tesis de los Hermanos Musulmanes, el partido de Morsi.
La cadena emitió un comunicado alegrándose de la noticia, y demandando la liberación de sus otros dos colaboradores. “No descansaremos hasta que Baher y Mohamed también recuperen su libertad. Las autoridades egipcias tienen en su poder el poner fin debidamente [a su encarcelamiento] hoy, y eso es exactamente lo que deben hacer”, declaró Mustafa Souag, el director general de Al Yazira.
Las organizaciones pro derechos humanos denuncian que en los últimos 18 meses miles de personas han sido arrestadas en el país árabe por participar en manifestaciones o actos de protesta antigubernamentales. Un crudo ejemplo de esta realidad ha sido el brutal asesinato de Shaima al-Sabagh, ocurrido en El Cairo durante los actos de conmemoración del cuarto aniversario de la revolución egipcia que en 2011 derrocó al dictador Hosni Mubarak.
[…] periodistas ingresaron en prisión en diciembre de 2013, junto al australiano Peter Greste, que fue excarcelado y deportado a su país el pasado 1 de febrero, mediante un decreto […]