Según el Fondo Monetario Internacional (FMI) los países emergentes retroceden y las economías avanzadas todavía no se han consolidado. Entre ellos, se prevé que Brasil sea en 2014, el país con el crecimiento más bajo. ¿Se ha quedado la nueva economía obsoleta?
Atendiendo a las previsiones del OCDE “la ralentización de los países emergentes pesa sobre la economía mundial y las grandes economías, todavía convalecientes, no tienen capacidad para mantener el crecimiento por ellas mismas”.
En este contexto cabe preguntarse si la nueva economía necesita una actualización de su término. ¿Es acaso más importante tener el monopolio de la información o saber interconectar con eficiencia y variedad esa información?
La nueva economía es un término que fue acuñado a finales de los años 90. Hace referencia al paso de una economía basada en las industrias y las fábricas, fruto de la revolución industrial, a una economía basada en la información, fruto de la revolución tecnológica. Sin embargo, pese a tanta revolución no parece que el mundo haya cambiado tanto. Siguen estando los ricos, poseedores del conocimiento, los pobres ajenos a cualquier revolución tecnológica y los que están en el limbo, los llamados países emergentes.
El principal problema de esos países emergentes, que impide su ascenso, es la falta de estabilidad política que interfiere en sus variables económicas. Ejemplos de ello son México, con una economía sometida a crisis financieras y económicas cada seis años, Las primaveras árabes en África del Norte y Oriente próximo entre 2010 y 2013, Egipto, Brasil Turquía y la ola de protestas.
Sin embargo los países “ricos” también están sufriendo brotes sociales masivos que exponen tanto la estabilidad política como la económica. Según Christine Lagarde, directora del FMI, se prevé que para 2015 dos tercios de la población mundial residirá en Asia.
El poder del ciudadano a través de las redes sociales es por ahora clave para las transformaciones sociales, ¿pero conseguirá también ser detonante en las transformaciones económicas?
Vivimos en un mundo participativo en el cual además el crecimiento de la población joven contrarresta con el envejecimiento de los países ya emergidos. Pero aún se necesita más interconexión, mayor inclusión.
La nueva economía impulsada por los mercados emergentes dinámicos, la nueva economía transparente y de equidad a través de la información. ¿Puede la tecnología de la información actuar como motor de cambio en la nueva economía mundial?