La voz del pueblo saharaui volvió a escucharse por las calles de las localidades de Bojador y El Aaiún en contra de las políticas del Gobierno marroquí. La violación de los Derechos Humanos y la marginación social y economía a los que están siendo sometidos fueron algunas de sus reivindicaciones.
Las fuerzas de seguridad marroquíes reprimieron con extrema dureza una nueva manifestación independentista saharaui. El objetivo de esta movilización consistía en establecer asentamientos periféricos a estas ciudades en protesta por la violación de los Derechos humanos y su repulsa hacía la nacionalidad marroquí que se les quiere imponer. A pesar de que Naciones Unidas nunca le otorgó poderes para apoderarse de la región, Marruecos controla cerca del 80% del territorio y prácticamente todo el litoral ignorando por completo la voluntad saharaui.
Mientras tanto, el silencio de Occidente respecto a este tema parece estar garantizado mientras Marruecos siga siendo el gran aliado del norte de África. No obstante, el pueblo saharaui se pronuncia una vez más contra los acuerdos que el gobierno marroquí firma en su nombre con las grandes compañías extranjeras que explotan sus riquezas.
El Sáhara Occidental despierta gran interés para Rabat por lo que oculta en su territorio. La antigua colonia española posee gran riqueza en recursos naturales, con grandes yacimientos de fosfato, petróleo, gas y pesca, pero también con circonita. Rabat se encarga de conceder la licencias para la extracción de petróleo y gas, más allá de si los documentos son legales o no. Se estima que alrededor de 40 países tienen empresas en el territorio explotando estos recursos. Las minas de fosfato de Bucraa son las que más atención han despertado entre los mercados internacionales por su magnitud. Es uno de los yacimientos de fosfatos a cielo abierto más grande del mundo, con una producción que alcanzaría los 2,4 millones de toneladas al año. Tan sólo esto supondría el 10% del total de Marruecos.
Los beneficios que generan los recursos naturales del Sáhara Occidental se reparten entre las empresas marroquíes, el gobierno de Rabat y las compañías extranjeras. De este modo, la voluntad del pueblo saharaui se supedita a los intereses económicos de las grandes potencias mundiales.
Compañías Internacionales que explotan las riquezas naturales
Estados Unidos cuenta con la multinacional Kosmos Energi en territorio Saharaui. La cuenca de Agadir, la zona de Cabo Bojador o la cuenca de El Aaiún son algunos de los lugares en los que están realizando exploraciones en busca de petróleo y gas. Además, grandes compañías de varios países de la Unión Europea también están en el lugar. La escocesa Energy acaba de comenzar sus labores de exploración en busca de hidrocarburos en la zona de Cabo Juby. Se espera que la petrolera francesa Total renueve sus acuerdo con el gobierno Marroquí para continuar sus trabajos de extracción en el territorio. Las grandes multinacionales que explotan los yacimientos de fosfato se encuentran vinculados a la Empresa Estatal de Fosfatos de Marruecos a través de acuerdos. Entre estas compañías se encuentran las canadienses Agrium Incorporated y Potash Corpotatción o la lituana Lifosa.
La lista de países de todo el mundo continua. Incluso, existen empresas que empiezan a apostar con decisión por los recursos renovables del Sáhara.
Sin duda, la situación del Sáhara Occidental se encuentra en ‘tierra de nadie’ y de ello han sabido sacarle partido Marruecos, Mauritania y Argelia. Apenas han cambiado las cosas desde que este territorio se dejara a su suerte, al menos así lo considero desde mi humilde opinión. Su derecho a la autodeterminación no se ha completado y el apoyo de la comunidad internacional ha sido muy vago. Sin embargo, se trata de un territorio con recursos y posibilidades, lo que se podría traducir en nuevas oportunidades para la población.