El gobierno isaraelí ha publicado el concurso para la construcción de casas en Cisjordania y en Jerusalén Este. Un programa que se da a conocer en pleno proceso de paz y que no ha sido bien visto por la comunidad internacional.
El ejecutivo, que lidera Benjamin Netanyahu, continúa con sus planes de aumentar los asentamientos de colonos, a pesar de las críticas recibidas por lideres europeos. Según éstos, la decisión podría perjudicar el proceso de negociaciones de paz reanudado en verano.
Esta noticia coincide con la liberación de la tercera tanda de presos palestinos, los llamados “presos veteranos”, que Israel se comprometió a excarcelar en cuatro turnos como gesto de buena voluntad. Pero Israel no tiene la misma opinión respecto a las nuevas contrucciones. “Nos comprometimos a liberar a los 104 terroristas, pero nunca a parar las construcciones de Judea y Samaria (Cisjornania) ni en nuestra capital”, declaró Netanyahu.
Los futuros asentamientos están previstos en zona ocupada por Israel después de la guerra de los Seis dias (1967) y que, según palestinos, debería formar parte de su futuro estado.
Las reacciones no se han hecho esperar. El lider palestino, Mahmud Abás, advirtió al mediador y secreatario de estado norteamericano, John Kerry, de que “la continuación de la contrucción en territorio ocupado pondría fin al proceso de paz”.
Pero no es la única voz en contra. El ministro de finanzas israelí y lider del partido centrista laico (Yesh Atid), Yair Lapid, también ha advertido de que su formación va a hacer todo lo posible por deterner este proyecto. “No se trata del concurso para construir sino un anuncio vacío de contrucción. Es una mala idea”, ha señalado Lapid.
El plan está basado en 600 viviendas en Jerusalén Este, más allá de la Linea Verde, en los barrios de Ramat Sholmo, Har Haotzvim y en Shuafat, y otras 800 casas en los asentamientos judios en Cisjordania.
Aun así, al inicio de las conversaciones, Netanyahu ya adelantó que Israel continuaría construyendo asentamientos en territorios ocupados.