La política emprendida desde el Gobierno surcoreano sobre la internet de su país es vista como uno de los ejemplos más exitosos a nivel mundial.
En un momento en el que se ha reavivado el debate sobre el papel que debe jugar el Estado en la regulación o no del sector, Corea del Sur parece ser el ejemplo a seguir. Después de que el pasado mes de diciembre Estados Unidos suprimiera la neutralidad de la red aprobada bajo el gobierno de Obama en 2015, saltaron las alarmas en la oposición y en los grupos defensores de derechos civiles. Y es que la abolición ataca al principio que preservaba la internet como un servicio público de libre e igual acceso para todos en la mayor potencia mundial.
La neutralidad de la red es el término con el que se hace referencia a la garantía de que las empresas proveedoras de internet no puedan bloquear o reducir el tráfico de acceso a un sitio web a su antojo, sin importar cuál sea el contenido: medios de comunicación, vídeo o webs políticas.
Sanders on Net Neutrality: http://t.co/YpJrL7a2ZI #FCC pic.twitter.com/FBe9X3xvgs
— Bernie Sanders (@SenSanders) 24 de abril de 2014
En esta línea, Corea del Sur se eleva como un ejemplo a tener en cuenta, ya que conjuga la protección de los derechos de los usuarios con un entorno favorable a la inversión de las compañías para ayudar a continuar el desarrollo de la tecnología de la red.