Las autoridades chinas anunciaron este viernes que estudian reflotar el petrolero “Sanchi”, hundido el pasado 14 de enero, para evitar que siga derramando crudo, materia que transportaba, pero también su propio combustible, mucho más difícil de eliminar.

Imagen aérea de las manchas. Fuente: Reuters
Según el periódico South China Morning Post, las autoridades consideran que es una tarea peligrosa ya que existe la posibilidad de que el mercante explote de nuevo.
Según la Administración Estatal de Océanos, tras su hundimiento se detectaron manchas dispersas en el océano de distintos tamaños que, el pasado jueves, superaron los 200 kilómetros cuadrados. Sin embargo, el gobierno chino no ha especificado si las manchas proceden del cargamento del barco, 136.000 toneladas de petróleo condensado, o de su combustible.
El petrolero iraní “Sanchi” explotó el pasado 14 de enero después de haber colisionado con el mercante CF Crystal, de bandera hongkongesa, ocho días antes. Tras su explosión, el petrolero se hundió a 350 kilómetros al suroeste de Shanghai y a 115 metros de profundidad.
Un total de 19 embarcaciones de diferentes instituciones chinas trabajan en las tareas de control y limpieza, así como medios marítimos aportados por Japón y Corea del Sur. Ahora los técnicos estudian la caja negra de la embarcación, que pudo rescatarse antes de su hundimiento, aunque la búsqueda de los desaparecidos se suspendió tras la explosión. Sólo se pudieron rescatar tres cadáveres de los 32 tripulantes del “Sanchi”.
China plans to use underwater #robot to probe wreckage of oil tanker Sanchi, while #Iran‘s labour minister thanks Chinese search efforts pic.twitter.com/ERJlX0bkpU
— China Xinhua News (@XHNews) 20 de gener de 2018
Varias organizaciones internacionales ya han mostrado su preocupación tras la catástrofe, entre ellas WWF, que pidió “una movilización urgente de todos los equipos de contención posibles para eliminar las manchas tóxicas y reducir la amenaza que representa para la vida marina”. Según la organización, el Mar Oriental de la China es una zona “muy compleja” por sus corrientes por lo que no hay forma de saber “hasta dónde podría llegar esta mancha”.
“Se trata de uno de los ecosistemas marinos más ricos y productivos del planeta, aunque tiene muy poca profundidad y por ello es muy vulnerable al derrame”, advirtió WWF en un comunicado.